Espere a que crezca: después de una semana o dos, debería comenzar a ver hojas nuevas que emergen del centro de la base del apio.
Paso 3: Trasplante al suelo
Prepare el recipiente: Llene un recipiente con tierra para macetas con buen drenaje, dejando suficiente espacio para la base de apio.
Plante el apio: transfiera con cuidado la base de apio del agua al suelo, enterrándola lo suficiente para cubrir las raíces.
Agua y luz solar: Riega la tierra y coloca el recipiente en un lugar soleado. Al apio le encanta la luz del sol, así que asegúrese de que reciba al menos 6 horas al día.
Mantenga la humedad: Mantenga la tierra constantemente húmeda pero no encharcada. El apio prefiere condiciones ligeramente húmedas.
Paso 4: Cuidado y cosecha
Fertilizar (opcional): Si lo desea, puede utilizar un fertilizante equilibrado para promover un crecimiento saludable. Siga las instrucciones del paquete.
Controle el crecimiento: observe el crecimiento y desarrollo de su apio. Puedes esperar cosechar los tallos exteriores una vez que hayan alcanzado un tamaño razonable.
Cosecha continua: El apio es una planta cortada y devuelta. Coseche los tallos exteriores según sea necesario, permitiendo que los tallos interiores sigan creciendo.
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