1. Exprimir el jugo:
Aunque los limones viejos podrían no ser ideales para servir como rodajas frescas o usarlos como decoración, aún pueden aprovechar su jugo. Exprime los limones y utiliza el jugo para preparar bebidas refrescantes, como limonada, té frío de limón o cócteles con limón.
También puedes congelar el jugo de limón en cubitos para su uso futuro.
2. Preparar confituras de limón:
Los limones envejecidos pueden transformarse en deliciosas confituras. Corta la cáscara de los limones en rodajas finas, eliminando la parte blanca interna. Cocina las rodajas de cáscara de limón en una solución de azúcar y agua hasta que se vuelvan translúcidas.
Las confituras de limón pueden ser utilizadas para decorar pasteles, tortas, galletas o añadirse a yogures y helados para un toque de frescura.
3. Crear un exfoliante casero:
La cáscara de limón es un excelente ingrediente para un exfoliante hecho en casa. Tritura finamente la cáscara de los limones viejos y mézclala con aceite de coco y azúcar. Este exfoliante puede ser utilizado para exfoliar la piel del cuerpo, dejándola suave y radiante. Recuerda enjuagar bien después de la aplicación para eliminar cualquier residuo de aceite.
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