1. Precalienta tu horno a 180°C (350°F).
2. En un tazón, tamiza la harina y el polvo de hornear juntos.
3. En otro tazón grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Esto puede tomar unos 2-3 minutos.
4. Agrega los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición. Añade el extracto de vainilla y mezcla hasta que esté bien incorporado.
5. Incorpora la mezcla de harina y polvo de hornear tamizados en la mezcla de mantequilla y huevos. Mezcla hasta que obtengas una masa homogénea.
6. Vierte la masa en tazas individuales o en un molde grande
previamente engrasado.
7. Hornea en el horno precalentado durante 25-30 minutos o hasta que los pasteles estén dorados y un palillo insertado en el centro salga limpio.
8. Mientras los pasteles se hornean, prepara la mezcla de tres leches. En un tazón, mezcla la leche condensada, la leche evaporada y la leche entera.
9. Cuando los pasteles estén listos, sácalos del horno y déjalos enfriar durante unos minutos.
10. Mientras aún estén tibios, perfora los pasteles varias veces con un tenedor o palillo. Esto ayudará a que absorban mejor la mezcla de tres leches.
11. Vierte la mezcla de tres leches sobre los pasteles y deja que se empapen durante al menos 1 hora en el refrigerador.
12. Antes de servir, bate la crema para batir con el azúcar glass hasta que esté firme y forma picos.
13. Cubre los pasteles con la crema batida y decóralos a tu gusto.
¡Listo! Ahora tienes un delicioso pastel de tres leches casero. ¡Disfruta.
