Casi todo el mundo las tiene en casa y son una bomba natural para unas plantas autóctonas sanas.

A continuación, descubramos cómo crear uno con un ingrediente que muchos de nosotros tenemos en casa. ¿Curioso por conocerlo?

Plantas
Abono sin coste
Se pueden alimentar de forma orgánica y natural. El abono en cuestión, que a menudo tiran los propietarios de la chimenea, es la ceniza, la que se genera por la combustión de la leña.

Tiene un alto contenido en potasio, fósforo, calcio, magnesio y contribuye a la fertilidad del suelo. El calcio las mantiene sanas y previene la pudrición de las flores. El potasio es importante para mantener el rendimiento de las plantas.

Por ejemplo, el fresno juega un papel muy importante en el cultivo de hortalizas como el tomate. Si falta potasio en el suelo donde se cultivan, los tomates pueden crecer en parches.

El magnesio, por otro lado, lo utilizan las hojas de tomate para mantenerse verdes y absorber mejor la luz solar. Si las hojas están amarillas y rizadas, significa que al suelo le falta magnesio.

Ceniza de madera
Otras propiedades de la ceniza de madera incluyen su capacidad para actuar como repelente. De hecho, la presencia de sal disuade la presencia de pulgones y caracoles, así como de otros parásitos. Esta sustancia, sin embargo, pierde su función repelente cuando se moja. Para ello se debe repetir la aplicación en el tiempo, para garantizar el efecto.

La ceniza de madera se puede utilizar como repelente simplemente espolvoreándola en la base de las plantas. Eso sí, nunca debes usarlo caliente.

Si por el contrario lo utilizamos como fertilizante, tendremos que ponerlo en común con la tierra. Para potenciar sus efectos se pueden añadir hojas de cola de caballo. Esta planta, aunque es una mala hierba, contiene innumerables elementos útiles para el crecimiento como el manganeso y el magnesio.

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