Preparación:
En un recipiente pones la levadura, azúcar y la leche tibia, lo revuelves bien a que todo se disuelva y dejas que fermente por 10 minutos a que saque espuma. Luego en una batidora pones la harina y la sal y lo revuelves bien. Luego incorporas la leche ya fermentada, el huevo y la mantequilla y lo revuelves bien hasta formar una masa que no este ni muy dura, ni muy aguada, mas bien que tenga buena humedad y textura. Si la mezcla queda muy dura entonces ir agregando de muy poquita leche y revolver bien la masa sin pasarte de leche. Si te gustaría el pan con un pequeño sabor dulce le puedes agregar 35 gramos de azúcar a la harina junto con la sal (yo le puse azúcar).
Ya que tengas la masa lista la pones en un bowl de aluminio engrasado de tal modo que la masa quede engrasada por todos lados y la tapas con plástico, dejas que fermente por una hora a que duplique su volumen. Ya que duplicó el volumen divides la masa entre 12 y 16 masitas de pesos iguales y aplanas cada masa en forma triangular y les enrollas en forma de cuernitos, los pones en una charola con papel para hornear debajo de esta y los barnizas bien con la yema de huevo revuelto con una cucharada de agua. Tapas la charola con una bolsa de plástico y dejas que fermenten por 30 minutos a que vuelvan a esponjar mientras prendes el horno a 320 grados farenheit. Pasada la media hora los metes al horno por 15 a 20 minutos hasta que están color cafe dorado de encima.