2. Pérdida de peso rápida e inexplicable.
En tres semanas, mi padre perdió más de cuatro kilos y medio sin esfuerzo. Perdió el apetito y se sentía fatigado. Lo atribuimos al estrés, pero era el cáncer el que interfería con la función digestiva de su páncreas.
La pérdida de peso repentina sin una causa clara es una señal de advertencia y siempre debe ser motivo de evaluación médica.
Otras señales de alerta a las que debemos prestar atención
Aunque el dolor y la pérdida de peso son los síntomas más característicos, también pueden aparecer otros síntomas:
Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), a menudo debido a la obstrucción de los conductos biliares
Fatiga crónica que persiste a pesar del descanso
Heces de color claro u orina oscura, asociadas con problemas de flujo biliar
Náuseas, hinchazón, indigestión, especialmente después de las comidas
Diabetes de nueva aparición después de los 50 años, en ausencia de factores de riesgo obvios
Individualmente, estos pueden parecer insignificantes, pero juntos no deben ignorarse.
¿Quién corre mayor riesgo?
Cualquier persona puede desarrollar cáncer de páncreas, pero ciertos factores aumentan la vulnerabilidad:
Edad: La mayoría de los casos ocurren después de los 60 años
Fumar: Duplica el riesgo (alrededor del 25% de los casos están relacionados con el tabaquismo)
Antecedentes familiares: Un pariente cercano con cáncer de páncreas aumenta significativamente el riesgo
Diabetes tipo 2 de aparición tardía: Se desarrolla después de los 50 años sin ninguna causa aparente
Obesidad y un estilo de vida sedentario: Promueve la inflamación crónica
Pancreatitis crónica, particularmente relacionada con el alcohol
En resumen:
El cáncer de páncreas es difícil de detectar y devastador si se diagnostica tarde. La concientización es la primera línea de defensa. Si usted o un ser querido experimenta dolor abdominal o de espalda persistente o pérdida de peso inexplicable, consulte a un médico de inmediato.
Es mejor dar falsas alarmas que descubrir esta enfermedad demasiado tarde. Reconocer los primeros signos puede salvar vidas y tiempo valioso.
– y vidas