Buñuelos de queso: ¡listos con pocos ingredientes!

Instrucciones:

Preparación de la masa:
Ralla el queso fresco en un bol grande. Si usa queso feta o mozzarella, desmenúcelo finamente.
Agrega los ingredientes secos:
Agregue harina de maíz (masa harina), polvo para hornear y sal al queso rallado. Mezclar bien los ingredientes secos.
Agrega el huevo:
Rompe el huevo sobre la mezcla y mezcla hasta obtener una mezcla suave. Si la masa está demasiado seca, añade un poco de agua (1-2 cucharadas) para que sea más fácil formar las bolitas.
Dar forma a las bolitas:
Tome pequeñas porciones de masa y forme bolitas con un diámetro de aproximadamente 3-4 cm. Tritúrelos ligeramente con las manos para formar discos gruesos.
Freír los buñuelos:
En una sartén u olla honda calienta abundante aceite para freír a unos 170-180°C (mejor si tienes un termómetro de cocina para comprobar la temperatura).
Freír los buñuelos de a poco, dándoles la vuelta suavemente con una espumadera, hasta que estén dorados y crujientes por ambos lados. Tardará entre 2 y 3 minutos por cada lado.
Escurrir y espolvorear con azúcar glas (opcional):
Escurrirlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Si lo deseas, espolvorea los buñuelos calientes con azúcar glas antes de servir. Este paso es opcional, pero añade un toque de dulzura.
Servicio:
Sirve los buñuelos de queso calientes como aperitivo o merienda. Se pueden disfrutar solos o acompañados de una salsa fresca o aderezo a base de yogur.
Nota:
Los buñuelos de queso se disfrutan mejor recién fritos, mientras aún están calientes y crujientes.
Puedes variar el tipo de queso según tus preferencias, asegurándote de que sea un queso que se derrita bien durante la cocción.
Con esta receta fácil y rápida podrás preparar unos irresistibles buñuelos de queso directamente en la cocina. ¡Disfrute de su comida!

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