- Precalentar el horno: Pon el horno a 180°C (350°F). Engrasa y enharina un molde rectangular (aproximadamente de 20×30 cm) o cúbrelo con papel manteca.
- Preparar la mezcla húmeda: En un bol grande, bate la mantequilla derretida junto con el azúcar hasta que esté bien integrado. Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Añade la esencia de vainilla y mezcla.
- Agregar los ingredientes secos: En otro bol, tamiza el cacao en polvo, la harina, el polvo de hornear y la sal. Luego, agrega esta mezcla seca poco a poco a la mezcla húmeda, revolviendo hasta que todo esté bien combinado.
- Añadir las nueces (opcional): Si deseas, incorpora las nueces o almendras picadas a la mezcla. Esto le da un toque especial y un sabor delicioso.
- Hornear: Vierte la mezcla en el molde preparado y distribúyela uniformemente. Hornea durante unos 25 a 30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga con unas pocas migas (no completamente limpio, porque queremos que el brownie sea húmedo por dentro).
- Dejar enfriar: Una vez fuera del horno, deja enfriar los brownies en el molde durante unos 10-15 minutos antes de desmoldar y cortar en cuadros.
- Servir: ¡Disfruta estos deliciosos brownies con una taza de café o té!
Consejos adicionales:
- Puedes sustituir las nueces por chips de chocolate para un toque más dulce.
- Si quieres un brownie aún más denso, usa menos harina y un poco más de mantequilla.
- Estos brownies se pueden conservar en un recipiente hermético durante varios días.
¡Espero que disfrutes de estos brownies con ese sabor tradicional y casero!