MÉTODO
Enjuagar los calabacines, quitarles los extremos y cortarlos en rodajas finas (posiblemente con una mandolina o un pelapatatas).
Retirar la carne de la salchicha, mezclarla ligeramente con las manos hasta obtener una mezcla homogénea y formar bolitas de más o menos el mismo tamaño.
Corta el queso en cubos y coloca un pequeño trozo de queso en el centro de cada bola.
Envuelve cada albóndiga con la rodaja de calabacín. Enhebre 4 brochetas en cada brocheta de madera.
Rebozar las brochetas con pan rallado, colocarlas en una bandeja de horno cubierta con papel de horno y añadir unas gotas de aceite de oliva virgen extra en la superficie.
Hornear en el horno a 200°C durante 20 minutos.