Preparación:
Precalentar el horno a unos 160°C. Separar las claras de las yemas en diferentes recipientes.
En un bol grande batir las yemas de huevo junto con el aceite de semillas de girasol y 30g de azúcar glas hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
Agrega la harina a la mezcla de yemas de huevo. Continuar mezclando hasta obtener una masa homogénea.
Vierta la leche a temperatura ambiente en la mezcla y mezcle hasta que esté completamente combinada.
Exprime una cucharada de jugo de limón fresco sobre la masa y mezcla bien para incorporar.
En otro bol limpio y seco, batir las claras con una pizca de sal hasta que estén espumosas. Luego añade poco a poco los 50 g restantes de azúcar glas y sigue batiendo hasta que las claras estén bien integradas.
Con movimientos suaves y envolventes integra las claras batidas a la masa de yemas. Es importante hacerlo con cuidado para mantener la ligereza de la masa.
Separo la mezcla en 2 mitades y a una le agrego el cacao amargo.
Al horno
Engrasar ligeramente un molde con un poco de aceite o mantequilla y espolvorear con un poco de harina. Vierte la mezcla del bizcocho que contiene el cacao en el molde preparado y nivela con una espátula. Luego agrega el resto de la mezcla.
Coloca el molde en el horno por unos 60 minutos, la cocción será suave y uniforme. Llegado el momento, prueba la cocción introduciendo un palillo; si sale limpio, está listo.
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Una vez cocido sacamos el bizcocho del microondas y lo dejamos reposar unos minutos antes de desmoldar. ¡Y ahora, disfruta de tu delicioso bizcocho súper suave en un tiempo récord! Puedes rellenarlo con crema chantilly o lo que más te guste.
Con esta receta fácil y rápida ya no tendrás que privarte del placer de una tarta casera, ni siquiera en los días más ocupados. ¡Atrévete a probarlo y sorprende a todos con tu habilidad para preparar postres en un tiempo récord!
