Freír las berenjenas:
En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva a fuego medio-alto.
Una vez que el aceite esté caliente, fríe las rodajas de berenjena empanizadas en tandas pequeñas, asegurándose de no superponerlas en la sartén.
Freír las berenjenas durante unos 2-3 minutos por lado o hasta que estén doradas y crujientes.
Una vez cocidas, pasamos las berenjenas a un plato forrado con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Atender:
Sirve las berenjenas crujientes calientes, acompañadas de una salsa de tomate fresco o una salsa de tu elección, si lo prefieres.
Estas berenjenas crujientes son una excelente alternativa frita a la tradicional berenjena a la parmesana y son perfectas para disfrutar como aperitivo o guarnición. ¡Disfrute de su comida!