

Beneficios: Estimula el sistema inmunitario, mejora la circulación, alivia resfriados y mejora la digestión.
Preparación: Hierva rodajas finas de jengibre en una taza de agua durante 10 minutos, apague el fuego y añada el jugo de medio limón y miel al gusto. Consumir caliente.
2.4 Hacer gárgaras con sal y bicarbonato de sodio
Beneficios: Alivia el dolor de garganta y ayuda a neutralizar las bacterias locales.
Preparación: Disuelva 1/2 cucharadita de sal y 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio en un vaso de agua tibia. Haga gárgaras de 15 a 30 segundos varias veces al día.
2.5 Infusión de Menta y Lechuga (Versión para Sueño Suave)
Beneficios: La menta relaja, mientras que la lechuga contiene lactucina, un sedante natural suave.
Preparación: Mezclar 1 cucharada de hojas de menta con 1 hoja de lechuga lavada, hervir en 1 taza de agua por 5 minutos, dejar reposar 5 minutos y colar.
3.1 Identificar y elegir la planta adecuada
Asegúrate de usar la especie adecuada (por ejemplo, manzanilla auténtica, no cualquier flor que se le parezca). Compra plantas medicinales de fuentes confiables o cultívalas tú mismo, asegurándote de que estén libres de pesticidas.
3.2 Método de preparación adecuado
Infusión: No hervir el agua (80-90 °C) para evitar la destrucción de compuestos delicados.
Decocción: Los productos más resistentes (raíces, corteza) requieren ebullición durante varios minutos.
Maceración o tintura: Extracción en alcohol o agua durante horas o días para compuestos más difíciles de extraer.
3.3 Dosis y frecuencia
Comience con dosis mínimas (una taza de infusión al día) y observe la tolerancia.
No exceda las dosis establecidas tradicionalmente sin supervisión profesional.
Use los remedios como apoyo, no como sustituto del tratamiento médico.
3.4 Calidad del agua y utensilios
Use agua filtrada o hervida y utensilios de vidrio o acero inoxidable para evitar contaminantes. Evite los recipientes de plástico que puedan liberar sustancias nocivas.
Aunque son naturales, estos remedios no son seguros en todos los casos:
No sustituyen la atención médica en casos graves (infecciones, enfermedades crónicas, emergencias).
Algunas plantas pueden interactuar con medicamentos (coagulantes, antihipertensivos, inmunosupresores).
Durante el embarazo, la lactancia, la infancia o enfermedades crónicas, consulte siempre a un médico antes de usarlas.
Evite consumir plantas poco conocidas, ya que algunas pueden ser tóxicas si se usan incorrectamente.
Si se produce una reacción alérgica (picazón, sarpullido, dificultad para respirar), suspenda su uso inmediatamente y busque atención médica.
.
Ver continuación en la página siguiente