Activa la levadura: En un tazón, mezcla la levadura con el agua tibia y el azúcar. Deja reposar por 10 minutos hasta que se formen burbujas.
Prepara la masa: En otro tazón grande, mezcla la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y agrega la mezcla de levadura y el aceite de oliva. Amasa hasta obtener una masa suave.
Deja reposar: Coloca la masa en un tazón ligeramente engrasado, cúbrela con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que doble su tamaño.
Forma la pizza: Precalienta el horno a 220°C (425°F). Divide la masa en dos partes, estírala en forma de círculo y colócala en una bandeja para hornear.
Hornea: Añade tus ingredientes favoritos y hornea durante 12-15 minutos, o hasta que la base esté dorada y crujiente.
