Calienta la leche y viértela en un recipiente adecuado al tamaño de tus pies. Agrega el bicarbonato de sodio y mezcla bien, pero asegúrate de que la temperatura sea cómoda para evitar quemarte.
Luego remoja tus pies durante 10 minutos y relájate. Después de terminar, enjuaga tus pies con agua tibia y sécalos. No dudes en realizar este tratamiento una vez por semana.
Los beneficios de los ingredientes:
Leche: La leche es un producto natural que nutre y protege la piel de las agresiones externas. Es un producto hidratante cada vez más utilizado en la industria cosmética. Generalmente se trata de leche de burra o de cabra. Estas leches previenen especialmente el envejecimiento de la piel y la suavizan.
Bicarbonato de sodio: este ingrediente tiene muchas propiedades beneficiosas para la piel, reequilibra su pH, tiene efectos antisépticos y antiinflamatorios, limita la secreción de sebo y es un buen exfoliante. Sobre todo porque ayuda a combatir los olores y favorece la curación de infecciones u otras dolencias de los pies.