Espuma viscoelástica: Limpiar las manchas únicamente con un paño húmedo y un detergente suave. No sumergir en agua.
Fibras naturales: Dependiendo del material, algunas se pueden lavar a mano en agua tibia con un detergente suave. Aprieta suavemente la almohada para eliminar la suciedad sin torcerla ni escurrirla.
Secar las almohadas: garantizar la suavidad y la forma: El secado adecuado es tan crucial como el lavado:
Almohadas de plumón y plumas: Seque a temperatura baja con pelotas limpias para secadora o pelotas de tenis para ayudar a esponjar las almohadas.
Almohadas sintéticas: Secar a fuego lento. Revuelve las almohadas periódicamente durante el proceso de secado.
Viscoelástica y fibras naturales: Seca estas almohadas al aire libre. La viscoelástica debe mantenerse alejada de fuentes de calor directas.
Cuidados después de la limpieza: Mantenimiento de la higiene de las almohadas: Una vez que las almohadas estén limpias y secas, considere estos consejos para un cuidado continuo:
Utilice protectores de almohadas: Estas fundas protegen sus almohadas del sudor y los aceites.
Revuelva con regularidad: Revuelva las almohadas con regularidad para mantener su forma y eliminar el polvo.
Exposición al sol: De vez en cuando ventile sus almohadas al sol para eliminar los olores y matar las bacterias.
Reemplázalas cuando sea necesario: No importa qué tan bien las cuides, las almohadas tienen una vida útil limitada. Reemplácelos cada 1 a 3 años, según el tipo y el uso.
La clave para tener almohadas frescas, limpias y blancas: Mantener las almohadas de tu cama limpias, blancas y con buen olor es una combinación de técnicas de lavado adecuadas, mantenimiento regular y comprensión de las necesidades específicas.