- Verté dos tazas de agua en la cacerola.
- Añadí ramitas de romero y llevar a ebullición.
- Cuando veas que el agua cambió de color, apagá el fuego y tapa la olla.
- Déjalo descansar toda la noche.
- Al día siguiente filtrá el jugo de las hojas de romero con un colador o bolsita de tela que no deje pasar los restos del romero.
Luego, para armar el shampoo, seguí estos pasos:
- En una botella de plástico, poné el shampoo neutro y añadile el agua de romero es importante que la mezcla no quede tan líquida, debe ser ligeramente espesa para que tenga consistencia y pueda fundirse muy bien con la textura del shampoo
- Revolvé bien y dejá que siga actuando durante varios días antes de usar.
- Podés usar este shampoo casero de romero cada vez que lavás el cabello. Vas a notar los cambios rápidamente y te va a encantarar el resultado.