Condimente la mezcla con el perejil y el ajo finamente picados (4).
Mezclar todo con las manos o con un tenedor, hasta que quede homogéneo (5).
Coge trozos de masa del tamaño de un albaricoque y forma una bola entre las dos palmas de tus manos (6).
Disponer poco a poco todas las albóndigas en un plato (7).
En una sartén grande calentar un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra (8).
Una vez calientes, disponer las albóndigas (9).
Freír unas cuantas albóndigas a la vez a fuego medio (10).
Dorar bien las albóndigas, dándoles la vuelta hasta que estén doradas (11).
Escurrir las albóndigas sobre papel de cocina absorbente y servir calientes (12). ¡Disfrutar!