Cómo utilizar la salsa de albóndigas sobrante:
Si a pesar de la zapatilla queda algo de salsa, la mejor forma de reutilizarla es hacer una salsa rica para la pasta: separarla de las albóndigas y dorarla unos minutos a fuego fuerte con tu forma de pasta favorita, escurrida. Al dente. También puedes añadir unas cuantas albóndigas, cortarlas si son demasiado grandes y espolvorear con parmesano rallado.
Truco:
Para las albóndigas también puedes elegir ternera, pollo o pavo, y si quieres también puedes añadir a la mezcla chorizo desmenuzado. Para un plato aún más sabroso puedes sustituir el parmesano por queso pecorino.
Si quieres obtener un resultado final muy suave, añade al resto de ingredientes una patata hervida y luego triturada.
Para una versión más ligera puedes simplemente dorar las albóndigas en una sartén con un chorrito de aceite, luego añadir la pasta de tomate y seguir cocinando según la receta.
Conservación:
Las albóndigas con salsa se pueden conservar durante 2-3 días en el frigorífico, en un recipiente hermético. Si usaste ingredientes frescos también puedes congelarlos cocidos y crudos.