Paso 1
Lavar, limpiar los pimientos y cortarlos en cubos
Paso 2
Vierte el aceite de oliva virgen extra en una sartén grande y deja que se caliente. Agrega un diente de ajo pelado, pimientos y una pizca de sal
Paso 3 Cocine a
fuego lento durante 15 a 20 minutos, hasta que estén tiernos, luego déjelo enfriar. Si es necesario, agregue un chorrito de agua mientras cocina.
Paso 4
Mientras tanto, deja el pan duro en remojo. Una vez rehidratado, exprímelo y viértelo en un bol
Paso 5
Agrega los pimientos ahora fríos
Paso 6
Agregue el queso parmesano rallado, las hierbas, la sal, la pimienta y el huevo
Paso 7
Revuelva con una cuchara para combinar todos los ingredientes
Paso 8
Tome pequeñas porciones de masa y déles forma de albóndigas.
Paso 9
Espolvorea cada albóndiga en la harina
Paso 10
Luego sumérgelos en los huevos previamente batidos en un tazón pequeño
Paso 11
Finalmente, cúbrelos por completo con pan rallado
Paso 12
Si desea hornear las bolas de pimiento en el horno, colóquelas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y sazone con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Hornea a 180°C durante 20 minutos.
Paso 13
Sin embargo, si quieres ir a freír, sumérgelos en abundante aceite de maní hirviendo hasta que estén crujientes.
Paso 14
Escurre las bolas de pimiento fritas y transfiérelas a una hoja de toallas de papel. Las albóndigas horneadas estarán listas cuando se doren
Paso 15
Transfiera las albóndigas a una fuente o plato para servir y sirva