El mazo ha caído por última vez.
El juez Frank Caprio, magistrado de Providence, cuya amable sabiduría y empatía inquebrantable transformaron el tribunal de tránsito menor en un referente mundial de humanidad, falleció pacíficamente a los 88 años tras una batalla contra una enfermedad pancreática. Su familia confirmó que el querido jurista falleció rodeado de sus seres queridos, horas después de compartir un último mensaje desde su cama de hospital: un sincero agradecimiento a los millones de personas que se sintieron conmovidas por su generosidad.
Durante 38 años, Caprio no solo presidió casos, sino que vio a las personas detrás de ellos. Sus momentos virales en los tribunales no fueron actuaciones preconcebidas, sino actos de gracia crudos e improvisados que recordaban a un mundo fracturado: la justicia puede ser bondadosa .
El hombre que hizo de la justicia algo humano
Mucho antes de que “Atrapados en Providencia” lo convirtiera en una sensación internacional, Caprio ya estaba transformando la justicia desde cero. Nombrado miembro del Tribunal Municipal de Providence en 1985, rechazó la fría rigidez de los tribunales tradicionales. En cambio, él:
- Cuando le preguntaban “¿Por qué?” antes de “¿Culpable?”
“Cuénteme su historia”, les decía a los acusados, ya fuera un adolescente que conducía sin licencia para visitar a su padre enfermo o una abuela demasiado pobre para arreglar una luz trasera rota. - Convirtió las multas en segundas oportunidades.
Eliminó las sanciones para aquellos que prometieron servicio comunitario, capacitación laboral o clases de GED. - Habló en un inglés sencillo, sin lenguaje legal.
Hizo que la ley fuera accesible para todos, especialmente para los vulnerables.
El momento que se viralizó mundialmente :
Cuando una mujer admitió entre lágrimas que no podía pagar su multa de $142 porque se saltaba comidas para pagar la insulina de su hijo, Caprio no solo le restó importancia. La abrazó , pagó la multa él mismo y le dijo:
“Ve a cuidar a tu hijo. Eso es lo que importa”.
Cómo un juez local se convirtió en un fenómeno global
Atrapados en Providencia (2011-2023) no fue solo televisión, fue terapia para un mundo cínico . Con 1200 millones de visualizaciones en diversas plataformas, el tribunal de Caprio se convirtió en un santuario donde:
- La compasión sobre el castigo fue el principio rector
- Risas (contaba chistes para tranquilizar a los acusados nerviosos)
- Las segundas oportunidades se concedían tan libremente como la sabiduría.
El programa obtuvo una nominación al premio Emmy diurno en 2021 , algo poco común para una serie judicial, pero a Caprio le importaba más el impacto que los premios.
Su alcance global :
- Cartas de 147 países inundaron su oficina
- Un hombre keniano caminó 30 millas para ver episodios en un cibercafé.
- Los profesores utilizaron vídeos para enseñar empatía en aulas desde Tokio hasta Toronto.