Si experimenta dolor de espalda persistente o severo que no mejora con tratamientos estándar, como descanso o analgésicos de venta libre, asegúrese de consultar a su médico sin demora.
2. Dolor abdominal persistente
Este es otro síntoma común que puede estar asociado con el cáncer en etapa temprana, especialmente el cáncer de estómago, hígado u ovario. Aunque muchas personas asocian el dolor abdominal con indigestión, gases o úlceras estomacales, es importante reconocer cuándo el dolor persiste y no desaparece.
Por ejemplo, el cáncer de estómago en etapa temprana puede causar molestias en la parte superior del abdomen, como hinchazón o un dolor sordo. A medida que la enfermedad progresa, el dolor puede volverse más intenso e intenso.
Con cáncer de ovario, las mujeres pueden experimentar dolor pélvico o abdominal bajo, a menudo acompañado de hinchazón o cambios en el apetito. Si el dolor abdominal es frecuente, recurrente o intenso, especialmente si se acompaña de otros síntomas como pérdida de peso, náuseas o dificultad para comer, es importante consultar a un médico para una evaluación más exhaustiva.
3. Dolores de cabeza y síntomas neurológicos
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