El tipo de leche y el proceso de fabricación
La principal diferencia entre el queso azul y el queso roquefort radica en el tipo de leche que se utiliza para su elaboración.
Mientras que el queso azul puede producirse con leche de vaca, cabra o oveja, e incluso mezclando dos de estas, el roquefort tiene un requisito exclusivo: debe hacerse únicamente con leche cruda de oveja.
Este detalle no solo lo diferencia de otros quesos azules, sino que también le da un sabor y una textura únicos.
Ambos quesos incluyen cultivos del moho Penicillium, que se agregan al final del proceso de fabricación.
Este moho es responsable de las vetas características que atraviesan el interior de ambos quesos, con tonos grises, verdosos y azulados.
Además de su aspecto distintivo, el moho aporta el sabor fuerte y ligeramente picante que los define.
Intensidad y sabor
Aunque el queso azul y el roquefort comparten ciertas características, como su sabor intenso y su textura cremosa, el roquefort se destaca por tener un perfil de sabor más fuerte y complejo.
Es más picante y salado, lo que lo convierte en una experiencia culinaria que resalta especialmente en tablas de quesos, ensaladas o acompañado de vinos dulces.
Conocer estas diferencias no solo te permitirá apreciar mejor cada tipo de queso, sino que también te ayudará a elegir el más adecuado según tus preferencias o la ocasión.
Ambos tienen su encanto único, pero saber qué los hace especiales puede transformar una simple degustación en un verdadero placer.