Lo que pocos saben sobre la Perejil
El perejil es una planta bienal, lo que significa que en su primer año crece como una hierba aromática que usamos para realzar el sabor de muchos platillos. En el segundo año, la planta comienza a florecer y a producir semillas, que contienen un aceite particular llamado apiol. Este aceite puede ser tóxico en concentraciones altas y afectar los músculos, el útero y los intestinos, provocando daños considerables si se consume en exceso.
Diversos estudios han demostrado que el apiol se vuelve más potente después de la floración, por lo que se recomienda evitar el contacto cercano con las semillas, flores y tallos del perejil una vez que comienza este proceso. Para quienes cultivan perejil, el consejo es cosechar las hojas antes de que aparezcan las flores y replantar anualmente.
Otra Planta Común y Tóxica en la Cocina
La perejil no es la única planta de uso común en la cocina que puede volverse tóxica. Otro ejemplo es la papa, que, cuando se torna verde, contiene solanina, una toxina que puede ser peligrosa al consumirla. Este compuesto se acumula principalmente cuando la papa se expone a la luz, por lo que es importante almacenar papas en un lugar oscuro y evitar consumir aquellas que tengan partes verdes.
Recomendación: Aunque son ingredientes básicos, es fundamental ser precavidos al manipular y consumir perejil y papas. En ambos casos, conocer el momento ideal para usarlos y cómo almacenarlos adecuadamente puede ayudarte a evitar riesgos para la salud.