Puede ocurrir que algunos objetos metálicos , como los utensilios de cocina, comiencen a oxidarse con el tiempo. Su uso continuo, exposición a la humedad y mal cuidado provocan el deterioro de los objetos y reducen su vida útil.
Afortunadamente, no es necesario tirar los objetos metálicos cuando empiezan a oxidarse, pero sí hay algunos trucos que nos ayudan a limpiarlos y recuperar su brillo original .
Hay muchas razones para buscar soluciones contra el óxido que deteriora los objetos metálicos. La primera es porque el material se daña y se reduce su vida útil, y la segunda es que, cuando hay demasiado óxido, puede comprometer la salud.
Bicarbonato de sodio . Humedece un poco de bicarbonato de sodio con agua y aplícalo sobre objetos oxidados. Frote con un cepillo de dientes o una esponja. Finalmente, enjuaga y seca bien.
Vinagre de manzana . Remoja el objeto oxidado en vinagre de sidra de manzana y déjalo en remojo durante la noche. Al día siguiente, frota con un cepillo de dientes o una esponja abrasiva y luego limpia bien. Si queda algo de óxido, repite todo el proceso.
Limón . Tiene una ligera acción abrasiva que ayuda a eliminar el óxido. Echa un poco de sal sobre la zona oxidada y frota con medio limón. Repetir el tratamiento si es necesario, hasta eliminar por completo el óxido.
Patata cruda . Contiene ácido oxálico, un agente muy eficaz para eliminar moho y óxido. Frota una papa directamente sobre el óxido. Para potenciar los efectos, espolvorea un poco de bicarbonato de sodio antes de frotar.
Papel de aluminio . Corta varios trozos de papel de aluminio, de unos tres o cuatro centímetros cuadrados, y sumérgelos en agua. Frote la lámina sobre el metal oxidado varias veces si es necesario; el óxido se desprenderá rápidamente.