1- Detergente y Sal
Esta es una que muchos desconocen, pero es la que mejor funciona cuando tenés una sartén con grasa. Sobre todo cuando esta súper pegado y no sale con absolutamente nada.
Para esto, tenemos que agarrar y extender la cantidad de una cucharadita de detergente en la sartén sobre la grasa. Es importante que no haya nada de agua, ya que esta complica la limpieza.
Por encima del detergente, tenemos que espolvorear una capa de sal fina cubriendo toda la superficie. Luego con una esponja seca, sacamos toda la grasa sin mucho esfuerzo.
Ya cuando veas que no tiene nada de grasa, tan solo enjuágala con abundante agua.
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