Vierte 250 ml de vinagre blanco y 250 ml de alcohol en un balde y mezcla bien. Humedece un paño limpio en esta solución, luego aplica directamente sobre la mancha de lejía, sin frotar, pero realizando pequeños toques.
Finalmente, aclara la prenda con abundante agua fría. Es posible que tengas que repetir el remedio varias veces.
Segundo truco
Vierte 1 cucharada de tiosulfato de sodio en 250 ml de agua y mezcla bien. Humedece un paño limpio en la solución y aplícalo directamente sobre las manchas de lejía, nuevamente sin frotar.
Lava la prenda con agua fría y repite el proceso hasta que la mancha desaparezca por completo.
Recuperar un vestido con manchas de lejía es más fácil de lo que piensas, pruébalo antes de tirar la prenda.