Si estás empezando con una planta entera, lo primero que debes hacer es eliminar la mayor cantidad de tierra posible de las raíces. Coloque la planta bajo agua corriente tibia y lave las raíces.
Si no puedes quitar toda la tierra, no te preocupes: sólo necesitarás cambiar el agua con frecuencia durante los primeros días.
Cultivo con esquejes
Consigue un cuchillo limpio y afilado, agua a temperatura ambiente y un recipiente de vidrio. Tome esquejes de aproximadamente 5 a 6 centímetros de largo de su planta madre. Haga esto justo debajo de un nudo (señale el tallo de donde provienen las hojas) y asegúrese de desinfectar el cuchillo.
Llena el frasco de vidrio con agua a temperatura ambiente, dejando unos centímetros de espacio. Inserta el esqueje en el jarrón, asegurándote de que los nudos queden completamente sumergidos en el agua.
Coloca la maceta en un lugar con mucha luz indirecta y evita los cambios bruscos de temperatura y el sol directo. Espere a que se formen raíces.