Mantener la temperatura en el mismo rango durante todo el día evitará que el aire acondicionado trabaje demasiado durante las horas más calurosas del día.
4. Aumentar la temperatura
Mucha gente comete el error de bajar el termostato a 65. Sin embargo, es malo para el medio ambiente y para tus facturas de energía. En su lugar, trate de mantener el termostato a unos 70 grados, ya que puede reducir el uso de energía en aproximadamente un 20 %.
5. Apague el aire acondicionado
Las noches de verano pueden ser insoportablemente calurosas, pero varias semanas antes y después, las temperaturas nocturnas son agradables y frescas. Apaga el aire acondicionado por la noche y abre las ventanas si es posible. Además, se recomienda apagar el aire acondicionado cuando no haya nadie en casa para evitar que trabaje demasiado y así garantizar que tenga un descanso. Por otra parte, si viajas y vives en un lugar con temperaturas abrasadoras frecuentes, como el desierto, puede ser útil considerar mantener el aire acondicionado funcionando a una temperatura más alta de 70 grados. Esto ayudará a evitar que las velas se derritan y que los productos de higiene se filtren.